Resurgimientos y transformaciones – 50 años del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Freie Universität Berlin
Una exposición del Departamento de Historia del Instituto de Estudios Latinoamericanos en cooperación con el Archivo Universitario de la Freie Universität Berlin y el Ibero-Amerikanisches Institut Stiftung Preußischer Kulturbesitz
Coordinada por Karina Kriegesmann y Stefan Rinke en colaboración con Hannah C. Anizar Lucio, Holle A. Meding, Helena Santos da Costa, Jenny Schürmann y Mirjam Wüstnienhaus
Diseño gráfico de Karina Kriegesmann y Nienke Schellinkhout Diaz
Realizada con el apoyo de la Ernst-Reuter-Gesellschaft der Freunde, Förderer und Ehemaligen der Freien Universität Berlin e. V. y del Instituto de Estudios Latinoamericanos
Inauguración de la exposición I 18 junio 2022 I Henry-Ford-Bau der Freien Universität Berlin, Garystraße 35, 14195 Berlin Exposición I 20 junio – 22 julio 2022 I Lateinamerika-Institut der Freien Universität Berlin, Rüdesheimer Str. 54-56, 14197 Berlin → Galería de imágenes [Cartel pdf]América Latina es un continente en constante movimiento, que desde hace siglos cautiva a personas de diferentes regiones del mundo y despierta la curiosidad científica. Desde hace más demedio siglo, el interés por América Latina ha sido particularmente notable en el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Freie Universität Berlin, cuya actividad se caracteriza por la estrecha cooperación y el intercambio cultural constante con personas de la región. Durante la Guerra Fría, en las décadas de 1960 y 1970, muchas personas desarrollaron un gran interés en América Latina, especialmente en la República Federal de Alemania. Debido al boom de la literatura latinoamericana y a los debates en torno al desarrollo y ‘subdesarrollo’, como también al hecho de las dictaduras, ‘el continente de las revoluciones’ recibió una continua atención, que también se vio reflejada en el trabajo académico.
Dada su historia de rupturas, la celebración en 2020 del 50° aniversario del Instituto de Estudios Latinoamericanos – también conocido como el LAI – no ha sido siempre un hecho evidente. En las últimas cinco décadas, el Instituto ha tenido que enfrentar diferentes desafíos para su propia identidad y para su futuro: el creciente interés en los políticamente disputados estudios regionales después de la Segunda Guerra Mundial, la reestructuración del sector universitario y los debates sobre el llamado ‘Tercer Mundo’, provocados también por los movimientos de 1968, el choque de ideologías y los conflictos entre generaciones, la violación de los derechos humanos en América Latina, la creciente movilización estudiantil y las medidas de ajuste en el sector de la educación, entre otros. Todos estos acontecimientos están estrechamente vinculados a la historia del Instituto. Una y otra vez sus miembros consiguieron convertir estos momentos de transformación y cambio en fases de resurgimiento conjunto.
Esta exposición es el resultado del curso “50 años LAI – Preparación de una exposición con motivo del aniversario de una institución de importancia histórica”, que se llevó a cabo en el semestre de invierno de 2019/20 como parte del programa de maestría. La intención del proyecto fue examinar críticamente la historia del instituto de estudios regionales más joven de la Freie Universität Berlin. La exposición hace énfasis en presentar facetas hasta ahora poco conocidas, en particular de las décadas de 1960y 1970, e interpretarlas dentro de un marco que trascienda la universidad. Además de las conversaciones con los miembros actuales y anteriores del Instituto, la exposición se nutre de legados, actas y archivos del Consejo del Instituto, del Consejo de Administración y del Senado Académico, documentos oficiales y folletos, catálogos de los cursos, material didáctico, artículos de prensa y correspondencia personal que se consultaron en el propio Instituto de Estudios Latinoamericanos, en el Archivo Universitario de la Freie Universität Berlin y en el Instituto Ibero-Americano.
1962 Entre representantes del ámbito académico y político, especialmente entre miembros de varios institutos de la Freie Universität Berlin y del Instituto Ibero-Americano, se desarrolla un intenso diálogo con la intención de crear un centro latinoamericano en Berlín.
1963 La idea de establecer un centro latinoamericano en Berlín para promover el intercambio transatlántico despierta un gran interés en algunas universidades de América del Sur y del Norte.
1964 Por resolución de enero de 1964, y con efecto retroactivo al comienzo del semestre de invierno de 1963/64, se crea el Departamento de Latinoamérica en el Seminario de Estudios Románicos de la Freie Universität Berlin que, a raíz del esfuerzo de las personas involucradas, se transformaría en un instituto interdepartamental independiente durante la década de 1960.
1969 La nueva legislación en materia de educación superior de Berlín, aprobada en agosto, crea condiciones jurídicas más favorables para establecimiento de institutos centrales interdisciplinarios y permite la fusión de actividades que hasta entonces se realizaban por separado.
1970 A raíz de una decisión del Consejo de Administración de la Freie Universität Berlin, se celebran elecciones para los órganos colegiados del previsto Instituto de Estudios Latinoamericanos a principios de junio.
1970 El 16 de junio, se celebra la sesión constitutiva del Consejo del Instituto, que en adelante debería reunirse cada 14 días en la sala de la biblioteca en la Brucknerstraße en Berlín-Lankwitz. En la siguiente reunión, los miembros deciden que la institución conocida como Instituto Central 3 (ZI 3) pase a llamarse oficialmente “Instituto de Estudios Latinoamericanos”.
1970/1971 Debates surgidos a partir de un folleto y otras diferencias de opinión entre los miembros del Instituto derivan, hacia fines de junio, en un profundo conflicto, que resultaría en la renuncia de cuatro miembros del Consejo del Instituto. Poco después, tres de los profesores fundadores también se irían del Instituto por este motivo.
1970 En noviembre, el Instituto de Estudios Latinoamericanos presenta un plan de desarrollo a la Comisión Central de Desarrollo y Planificación, que contempla el pleno establecimiento de siete disciplinas: Estudios de América Antigua, Geología, Historia, Literatura y Filosofía, Ciencias Políticas, Sociología y Economía.
1971 En abril, el Instituto de Estudios Latinoamericanos se traslada a su actual sede en la plaza Breitenbachplatz, en el antiguo edificio de la Reichsknappschaft (caja de seguros de pensiones de mineros, ferroviarios y marineros).
1973 Ante la tensa situación sociopolítica en América del Sur y las consecuencias de las dictaduras – temas que se debaten frecuentemente en el Consejo del Instituto –, algunos académicos renombrados, por ejemplo de Chile, encuentran empleo temporal en el Instituto de Estudios Latinoamericanos.
1973 Por primera vez aparece la serie de publicaciones del Instituto “Materiales para la enseñanza y la investigación” con dos artículos sobre la reforma agraria peruana y la política educativa en el contexto del proceso de integración económica en América Central.
1980 En el Instituto se establecen las bases para los estudios sobre mujeres y género que se promueven, entre otras cosas, mediante conferencias y talleres que se realizan desde 1984.
1985 El Senador de Ciencias de Berlín Occidental planea el envío de una comisión internacional de expertos para elaborar propuestas para el futuro del Instituto de Estudios Latinoamericanos, lo que alimenta los rumores de su posible disolución.
1988 El Consejo de Administración de la Freie Universität Berlin le quita la competencia sobre la materia ‘Lateinamerikanistik’ al Instituto de Estudios Latinoamericanos. En respuesta, las y los estudiantes ocupan el Instituto, provocando una ola de protestas en las universidades de Berlín Occidental durante el semestre de invierno.
Años 1990/2000 Con la colaboración del Instituto de Estudios Latinoamericanos, la Freie Universität Berlin otorga doctorados honoris causa, entre otros, al sociólogo y presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995), al historiador Friedrich Katz (2002) y al escritor mexicano Carlos Fuentes (2004).
2004 El Instituto de Estudios Latinoamericanos le entrega 298 cartas de solidaridad y una lista con numerosas firmas en contra de los planes de recorte de presupuesto y de personal al Presidente de la Freie Universität Berlin y al Senador de Ciencias de Berlín.
2005 El Instituto de Estudios Latinoamericanos pierde su biblioteca. La colección se traslada a la recién construida Biblioteca de Filología.
2005 En el marco de la reforma de Bolonia entran en vigor el módulo de 30 puntos en “Estudios Latinoamericanos” y el programa de maestría “Estudios Latinoamericanos Interdisciplinarios”, que se acredita en 2016.
2020 La celebración del 50º aniversario del Instituto de Estudios Latinoamericanos, así como las actividades relacionadas con la enseñanza e investigación, se ven afectadas por la crisis mundial del coronavirus.
Se desarrolló un dinámico intercambio entre representantes de la ciencia, la política y la cultura, en cuyo centro estaba la deseada creación de un centro latinoamericano en Berlín. Este debería vincular las iniciativas que hasta entonces se habían desarrollado por separado y reunir a investigadores y profesores en materias de América Latina en el Seminario de Estudios Románicos, en el Instituto de Sociología de la Freie Universität Berlin y en el Instituto Ibero-Americano, entre otros. Los participantes intercambiaron sus ideas a través de correspondencia, conversaciones y reuniones. Para obtener apoyo para su proyecto, acudieron a diversas redes de contacto en Berlín Occidental, la República Federal de Alemania y en las Américas.1
Principales objetivos de los tres “padres fundadores“:- Crear un centro latinoamericano en Berlín con tres departamentos principales: Instituto Ibero-Americano, Investigación y Enseñanza e Intercambio con América Latina
- Promover las relaciones con América Latina mediante, entre otras cosas, la recepción de profesores visitantes y estudiantes, el mantenimiento de contactos con las universidades, el apoyo de los gobiernos para proyectos de investigación y la acogida de visitantes de toda la región
- Crear oportunidades de estudio y trabajo tanto para alemanas y alemanes como para latinoamericanas y latinoamericanos, que deberán participar en seminarios, conferencias y proyectos de investigación relacionados con sus países de origen
- Establecer seis cátedras para ofrecer a las y los estudiantes una formación integral en las diversas disciplinas
- Trabajar en grupos pequeños para promover el contacto y la cooperación entre estudiantes y docentes, además de facilitar la integración de las latinoamericanas y los latinoamericanos en la cultura local
1 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 10-12, Hirsch-Weber an Bock (13.6.1962).
El politólogo Wolfgang Hirsch-Weber (1920-2004), nacido en Mannheim, es una de las figuras centrales relacionadas con la historia de los estudios latinoamericanos en Berlín. Su legado, que refleja gran parte de los desarrollos políticos y sociales de Alemania y América Latina en el siglo XX, se encuentra en el Instituto Ibero-Americano. Mientras los testimonios de las demás personas son escasos, sus numerosas cartas y escritos constituyen una base esencial para esta exposición, ya que proporcionan información sobre sus redes e intereses y muestran cómo, en su opinión, los estudios regionales debían ser institucionalizados.
Después de haber completado su formación comercial, Hirsch-Weber, hijo de un periodista judío, huyó a Bolivia en 1938 en vista del creciente poder del nacionalsocialismo en Alemania. Pasó allí once años trabajando, entre otras cosas, como profesor, contador, y más tarde como director de una empresa minera. Durante el exilio, entró en contacto con otros alemanes y se involucró en la asociación “Das Andere Deutschland”. En 1949, Hirsch-Weber regresó a la destruida Alemania, se afilió al Partido Socialdemócrata (SPD) y terminó su bachillerato en Heidelberg, para luego estudiar ciencias sociales allí mismo. Durante su doctorado, ocupó un puesto en el Instituto de Ciencias Políticas de la Freie Universität Berlin. Desde allí abogó por la fundación de un centro independiente para la investigación sobre América Latina, siguiendo el ejemplo del John F. Kennedy Institute for North American Studies, entre otros. No estaba solo en este proyecto: trabajó estrechamente con Hans-Joachim Bock, director de la Biblioteca Ibero-Americana y, desde 1962, del Instituto Ibero-Americano, y con el romanista, lingüista y balcanólogo Günter Reichenkron, a pesar de su problemático pasado durante el nacionalsocialismo.
Asimismo, Hirsch-Weber continuó su compromiso político en Berlín; mantuvo estrechos contactos con los sindicatos y el SPD y asesoró al alcalde en cuestiones de política exterior relativas a América Latina. Además, emprendió viajes para dar conferencias y realizar estadías de investigación en América Latina, donde estableció nuevos contactos. A finales de la década de 1960, fue profesor visitante en Chile, y, como representante de la Fundación Friedrich Ebert, fue cofundador del Instituto de Investigaciones Sociales (ILDIS). A principios de la década de 1970, poco después de dejar el Instituto de Estudios Latinoamericanos como uno de sus profesores fundadores, aceptó una cátedra de ciencias políticas en la Universidad de Mannheim. En la década de 1980, Wolfgang Hirsch-Weber volvió a Berlín como asesor.
La historia del Instituto de Estudios Latinoamericanos está estrechamente ligada al enfrentamiento entre Oriente y Occidente en la segunda mitad del siglo XX. En este contexto, hay que considerar la fundación y el estatus especial de la Freie Universität Berlin, que se prolongó durante décadas. En 1948, ante la creciente influencia comunista en la Universidad Unter den Linden de Berlín, estudiantes opositores, apoyados por los Estados Unidos, exigieron la creación de una universidad libre de intervención política en el sector occidental de la ciudad.
Incluso antes de la fundación del Instituto de Estudios Latinoamericanos, algunos miembros de la universidad eran conscientes de la importancia de América Latina en la Guerra Fría. En 1963, bajo la impresión causada por la Revolución Cubana y la construcción del muro de Berlín, un profesor del Instituto de Europa del Este, establecido previamente en la Universidad, comunicó a sus colegas latinoamericanos el plan de atraer a jóvenes académicos de América Latina para realizar un programa de estudios de tres años, totalmente financiado, en Berlín Occidental. Los objetivos estaban claramente definidos: los estudiantes latinoamericanos debían adquirir un conocimiento exhaustivo del marxismo y el leninismo, ser instruidos sobre las intenciones presentes y futuras de los estados comunistas y adquirir así el conocimiento de la “verdadera situación” de aquellos estados.2
Hirsch-Weber y otros partidarios de la idea de un centro latinoamericano presentaron argumentos similares. Según el politólogo, la mejor manera de sensibilizar a las y los estudiantes de América Latina sobre las consecuencias de la Guerra Fría, sería mediante una estancia en Berlín. Además, veía paralelismos entre la política de Berlín y los intereses de los partidos en América Latina. Durante la década de 1960, Hirsch-Weber dejó evidencia del potencial político y simbólico de Berlín Occidental en cartas dirigidas a altos representantes del Estado y a compañeros del partido.
En 1962, Wolfgang Hirsch-Weber destacó la importancia de la fundación de un centro latinoamericano en Berlín ante elPresidente alemán Heinrich Lübke y Willy Brandt, entonces alcalde de Berlín y presidente de la Asociación Regional del SPD:
„Permítanme añadir que un instituto de este tipo podría tener un aspecto eminentemente político. [...] Cuando en el memorándum proponemos que todos los latinoamericanos que estudian en Alemania sean invitados a pasar su primer año de estudios en Berlín, el sentido es el mismo: confrontarlos con la realidad berlinesa, que al fin y al cabo es una alegoría y la experiencia más dolorosa de la realidad alemana, y al mismo tiempo, llevarlos a una ciudad donde el Este y el Oeste se encuentran.“3 „La experiencia enseña que uno se gana muy rápidamente la amistad de los visitantes ‘de izquierdas’ de América Latina, incluyendo a los líderes de los partidos ‘demócrata cristianos’ de América del Sur, si uno les dice que es socialdemócrata, y que ellos comprenden muy bien Berlín porque la ciudad está gobernada por socialdemócratas. Los grupos progresistas de América Latina ya son extraordinariamente influyentes, y seguramente gobernarán la mayoría de los países de esa región dentro de unos años. Esta es otra de las razones por las que creo que el centro debe establecerse en Berlín.“4
2 FU Berlin, UA, ZI OEI, Nr. 190 a, Abteilung Geschichte, Professoren in Lateinamerika, Philipp u.a. an Grases (2.8.1963).
3 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 48, Hirsch-Weber an Lübke (17.8.1962).
4 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 46, Hirsch-Weber an Brandt (17.8.1962).
En el siglo XX, Berlín se convirtió en un sitio importante para los estudios regionales. Los ejemplos de Maria Sybilla Merian y Alexander von Humboldt, sin embargo, dejan claro que el interés por América Latina en particular ya había surgido en Alemania muchos años antes. Antes de las décadas de 1910 y 1920, era una actividad académica en gran parte esporádica y sin un marco institucional. El Instituto Ibero-Americano, fundado en 1930, dio un nuevo impulso a la investigación sobre América Latina en Berlín. Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, y también debido a la división de Alemania, el Instituto perdió temporalmente su centralidad.
A principios de la década de 1960, los estudios regionales estaban en el centro de atención de la política y la ciencia en la República Democrática Alemana. Además del “Departamento de Estudios Latinoamericanos” de la Universidad de Rostock, las ciudades de Leipzig y Berlín Oriental contaban con relevantes centros de investigación. La importancia de los estudios de área también creció en la República Federal. Las discusiones sobre la creación de un centro latinoamericano en Berlín y finalmente la fundación del Instituto de Estudios Latinoamericanos pueden situarse en una fase de nuevas fundaciones de institutos, en la década de 1960.
Durante estos años, Berlín y Hamburgo mantuvieron una relación de competencia. Ambas buscaron apoyo político y financiero para la investigación en estudios regionales a nivel federal. Cuando a principios de la década de 1960 se hizo evidente que los planes de Hamburgo estaban ya muy avanzados y que la fundación de un instituto en la ciudad hanseática era inminente, el periódico Der Tagesspiegel ofreció su ayuda. Un editor preguntó a los impulsores de Berlín si era el momento adecuado para publicar un informe sobre el proyecto local y lanzar una campaña propia.
En la década de 1960, se desarrolló una carrera dentro de la República Federal Alemana por la institucionalización de la investigación sobre América Latina, que Berlín estaba dispuesta a ganar:„Si no nos damos prisa, los de Hamburgo nos ganarán después de todo.“5
1912 | Instituto Alemán de Sudamérica, Aquisgrán |
1917 | Instituto Ibero-Americano, Hamburgo |
1922 | Instituto de Investigaciones sobre América, Universidad de Würzburg |
1923 | Instituto Ibero-Americano, Bonn |
1930 | Instituto Ibero-Americano, Berlín |
1960 | Centro de Investigación de la Historia de Asia, África y América Latina, Universidad de Leipzig |
1960 | Grupo de Trabajo sobre América Latina, Universidad Humboldt de Berlín |
1961 | Departamento Iberoamericano, Universidad de Rostock |
1961 | Cátedra/ Departamento de Historia de la Península Ibérica y Latinoamérica, Universidad de Colonia |
1962/63 | Instituto de Estudios Ibero-Americanos, Hamburgo |
1963/64 | Departamento de América Latina del Seminario de Estudios Románicas, Freie Universität Berlin |
1968 | Departamento de Estudios Latinoamericanos, Universidad de Rostock |
1970 | Instituto Central Instituto de Estudios Latinoamericanos, Freie Universität Berlin |
1986 | Instituto Central para Estudios Latinoamericanos, Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt |
Fundaciones importantes de institutos en las dos fases de la institucionalización de la investigación sobre América Latina en el Imperio Alemán, la República de Weimar, la República Federal de Alemania y la República Democrática Alemana. Aufstellung u.a. in Anlehnung an Wilhelm Lauer, „Deutsche Lateinamerika-Forschung“, in: Hans-Georg Wormit (Hg.), Jahrbuch Preussischer Kulturbesitz 1974/1975, Bd. XII, Berlin 1976, S. 71-86, hier S. 84.
5 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 104, Hirsch-Weber an Reichenkron (4.10.1963).
La institucionalización de la investigación sobre América Latina en Berlín no debe entenderse únicamente en el marco de una red de contactos académicos y políticos dentro de la República Federal de Alemania; los vínculos transatlánticos, hasta ahora poco conocidos, también son interesantes. Los institutos de renombre en los Estados Unidos y Europa sirvieron como referencias centrales para la fundación del centro en Berlín. En agosto de 1962, un artículo del International Social Science Journal circuló entre sus pioneros. En él se ofrecía información sobre el Latin American Institute de la Columbia University, en Nueva York, que había iniciado sus actividades recientemente y tenía una importancia central, sobre todo desde el punto de vista de la política exterior estadounidense.6
La orientación y, al mismo tiempo, la diferenciación de las instituciones ya existentes dedicadas a América Latina fue fundamental para los pioneros en Berlín:„Evidentemente, antes de crear el centro habrá que fijarse en algunas instituciones similares, por ejemplo, en Ámsterdam, Londres y París. En diferentes aspectos, esas instituciones se podrán tomar como modelo, pero también se emprenderán nuevos caminos.“7
Los contactos con las instituciones latinoamericanas fueron igualmente relevantes. En 1964, durante un viaje por América del Sur y del Norte, Hirsch-Weber se enteró de que varias universidades de Chile, El Salvador y México tenían interés en establecer un intercambio a nivel de profesores y estudiantes con la institución berlinesa. El Presidente y el Ministro de Educación de México se comprometieron a aportar fondos para apoyar a profesores visitantes. En Nueva York, Hirsch-Weber también se enteró de que Frank Tannenbaum, uno de los especialistas en América Latina más reconocidos de los Estados Unidos, estaba dispuesto a venir a Berlín como profesor visitante.
La Fundación Ford formó parte de los debates sobre los intercambios transatlánticos. El director del Departamento de Asuntos Internacionales, Shepard Stone, apoyó activamente a la Freie Universität Berlin en las décadas de 1950 y 1960. Según Hirsch-Weber, la Fundación Ford no pudo financiar completamente el edificio del centro latinoamericano y sus programas de intercambio, pero Stone no descartó financiar cátedras de visitantes.8
6 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 44, Hirsch-Weber an Neumann (2.8.1962).
7 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 12, Hirsch-Weber an Bock (13.6.1962).
8 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 108-110, Hirsch-Weber an Pabst (12.2.1964).
Desde el principio, las discusiones sobre el contenido y las tareas de la institución prevista, así como su dotación de personal, estuvieron acompañadas por la pregunta sobre las instalaciones adecuadas. Inicialmente, en enero de 1964, se decidió establecer un Departamento de América Latina en el Seminario de Estudios Románicos de la Freie Universität Berlin, con efecto retroactivo desde el 1 de octubre de 1963.9 El objetivo a largo plazo era convertirlo en un instituto interdepartamental sobre América Latina.10 Después de haber compartido varias salas en el campus de Dahlem durante el primer año, en 1965 el Departamento de América Latina se trasladó a un chalet en la Brucknerstraße en Lankwitz y, por tanto, las inmediaciones del Instituto Ibero-Americano, cuya biblioteca constituía una base esencial para la investigación.11 Las conferencias se celebraban en las salas del Seminario de Estudios Románicos en la Ihnestraße 22 o en la Boltzmannstraße 3.12
Frente al inminente traslado del Instituto Ibero-Americano al nuevo complejo de edificios en el Tiergarten, los miembros del Departamento de América Latina también debatieron un posible cambio de ubicación. La estrecha colaboración con la institución asociada tenía que mantenerse. Sin embargo, como las peticiones de la Freie Universität Berlin a las autoridades responsables de la planificación urbana fueron infructuosas y no se logró encontrar ningún terreno adecuado para la construcción en la zona céntrica de Berlín, los responsables volvieron a descartar esta idea.
Nueve meses después de su fundación, el Instituto de Estudios Latinoamericanos se trasladó al Breitenbachplatz. Sus miembros del Instituto se instalaron en el edificio de la Rüdesheimer Straße 54-56, previamente la sede administrativa de la compañía de seguros de los trabajadores empleados en la industria minera. Según el primer informe anual, las salas de dicho edificio invitaban al “trabajo intensivo”.13 Hasta hoy, las salas de conferencias y las oficinas del personal se encuentran en la segunda planta y el sótano del histórico edificio construido en la época Bauhaus por los arquitectos Max Taut y Franz Hoffmann en 1929/30 al estilo de la “Nueva Objetividad”.
Debido al limitado número de salas y al creciente número de personas empleadas y estudiantes, desde la década de 1970 han surgido repetidamente debates sobre un posible traslado del Instituto. A mediados de la década de 2000, la incorporación del Instituto al edificio central ‘Silberlaube’ parecía inminente. Sin embargo, el éxito en la adquisición de proyectos con financiación de terceros, entre otras cosas, hizo que poco tiempo después el Instituto de Estudios Latinoamericanos permaneciera en el Breitenbachplatz y se le concedieran otras dos ubicaciones en la Boltzmannstraße.
9 FU Berlin, UA, R729, Auszug aus dem Protokoll über die 112. Sitzung des Kuratoriums der F.U.B. (9.1.1964).
10 FU Berlin, UA, R729, Schreiben an Rektor Heinitz (25.7.1963).
11 FU Berlin, UA, R729, Pabst an Lüers (22.3.1965).
12 FU Berlin, UA, R729, s. u.a. die Ankündigungen von Vorträgen durch den Direkter der Abteilung (1967).
13 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, ZI 3 Lateinamerika-Institut, Jahresbericht April 1971 bis März 1972 (zu Händen des Präsidenten der Freien Universität Berlin), S. 3.
Apenas unos días después de la reunión constitutiva, el Instituto de Estudios Latinoamericanos se vio enfrentado a una seria prueba de resistencia, que determinó los debates y la cooperación posterior en 1970 y 1971. Un panfleto distribuido por el comando Takamaro Tamiya y los desacuerdos entre los miembros del Instituto y los diferentes grupos de estatus suscitaron un conflicto político de gran intensidad. Esto provocó la renuncia de cuatro personas del Consejo del Instituto, que consecuentemente no pudo trabajar ni tomar decisiones, y, poco después, provocó la salida de tres de los profesores fundadores. En vista de estos acontecimientos, el Instituto de Estudios Latinoamericanos se convirtió en un tema de discusión permanente, tanto dentro como fuera de la universidad. No solo en el Consejo del Instituto y en el Senado Académico, sino también en la prensa y en la Comisión de Investigación Parlamentaria de la Cámara de Representantes de Berlín Occidental, los acontecimientos y los conflictos verbales asociados fueron el centro de atención. Los puntos de vista y las expectativas de las y los estudiantes y del personal docente no podían ser más diferentes.
Críticas de estudiantes a un profesor y a otras y otros estudiantes en un panfleto de junio de 1970:„Cualquiera que sea capaz y esté dispuesto a cometer una semejante perfidia, y que pueda contar con el apoyo activo de sus mafiosos compañeros y de los cerdos de los catedráticos, no merece un trato diferente. ¿O es que estos amordazadores de estudiantes siguen creyendo que sería mejor mantener a estos imbéciles de cátedra en Berlín para dispararles aquí con sus pistolas de agua ideológicas?“14Extracto de un artículo publicado en el Tagesspiegel de septiembre de 1971, en el que se exponen las razones del comportamiento de un profesor:
„Cuando [un profesor que inicialmente abandonó del Consejo del Instituto y más tarde el Instituto], como socialdemócrata es llamado ‘agente del capitalismo’ y ‘traidor de los trabajadores’ [y] tiene que sentarse en el Consejo del Instituto con los mismos estudiantes que lo acosaron e impidieron sus conferencias, entonces ya no hay ningún fundamento [para la cooperación en un instituto pequeño].“15Recuerdos de un asistente de investigación del Instituto de Estudios Latinoamericanos a principios de la década de 1970:
„El regreso de los exiliados – todos eran berlineses – fue conflictivo. La reforma universitaria de 1969/70, que también llevó a la fundación del LAI, les quitó algunos de sus privilegios. Pero, sobre todo, la sublevación de los estudiantes contra el ‘hedor bajo las togas’, entremezclada con la retórica revolucionaria, recordó a los retornados aquel tiempo en el que habían tenido que huir. [...] Para ilustrarlo: el seminario [de un profesor] [...] fue transformado por algunos estudiantes en un ‘tribunal’. [...] el ambiente estaba caldeado, envenenado.“16Extracto del material sobre el discurso de la diputada berlinesa especializada en política universitaria, Ursula Besser, en el marco de la justificación de la pregunta del grupo parlamentario de la CDU de junio de 1971, que trataba de la situación en el Instituto de Estudios Latinoamericanos:
„El caso [de un tutor] pone en evidencia la situación general en el ZI 3. El Consejo del Instituto le encargó la tutoría ‘Determinantes del proceso de desarrollo socioeconómico en América Latina’. [Dos profesores] se opusieron por motivos de hecho y de forma. Describen el tema como científicamente injustificable, [al tutor] como no cualificado, señalan su pertenencia a la Célula Roja y critican la falta de una persona científicamente responsable, como es imprescindible según el § 29 del Código Universitario.“17Declaración de la asamblea de asistentes de investigación a raíz de una publicación sobre la situación del Instituto de Estudios Latinoamericanos en agosto de 1971:
„En todos los casos, los profesores universitarios adujeron como motivo de su dimisión la creciente influencia de las fuerzas de extrema izquierda en el Instituto. Esta acusación generalizada nunca ha sido comprobada en términos concretos y no puede serlo. Hay diversidad de opiniones políticas entre el personal académico, los estudiantes y los demás miembros del cuerpo institucional.“18Extracto de una declaración escrita en agosto de 1971 por un profesor sobre la importancia del Colectivo de Trabajo Socialista Internacionalista (SAKI, por sus siglas en alemán) en el Instituto de Estudios Latinoamericanos:
„La implementación progresiva de los planes del SAKI a largo plazo no podrá ser impedida ni siquiera por mi sucesor. (¡Los izquierdistas tienen mucho tiempo!).“19
14 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 184, 185, Flugblatt vermutlich vom 24.6.1970.
15 Uwe Schlicht, „Taktisches Geplänkel zu Beginn. Erste öffentliche Sitzung des FU-Untersuchungsausschusses“, in: Der Tagesspiegel (Berlin, 11.9.1971).
16 Auszug aus einer Nachricht von Volker Lühr (28.10.2018).
17 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, Material zur Rede von Frau Dr. Ursula Besser, MdA (Begründung Große Anfrage der CDU-Fraktion v. 10.6.1971), S. 5.
18 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, Stellungnahme der Versammlung der wissenschaftlichen Mitarbeiter des Instituts, S. 1.
19 FU Berlin, UA, ZI LAI, Nachlass Otte, Kiste 1, Stellungnahme (29.8.1971), S. 3.
Sin el compromiso de sus estudiantes, el Instituto de Estudios Latinoamericanos probablemente no existiría con su forma actual. Poco después de que la primera crisis – desatada inmediatamente después de la fundación del Instituto – pareciera superada, la resolución de la asamblea de estudiantes reavivó los debates sobre el futuro del Instituto, en abril de 1972. El objetivo era protestar contra el disciplinamiento político de los miembros de la universidad. Las y los participantes criticaron los recortes en el financiamiento de las tutorías, asociados a la supresión de la enseñanza alternativa, que en su opinión debía ser marxista y progresista.20
Desde principios de la década de 1970, las y los estudiantes habían intentado convencer al personal docente de la necesidad de sus huelgas y lo consiguieron en 1976, al menos parcialmente. En diciembre, las y los docentes recibieron una citación al Tribunal de Huelga por parte del Consejo de Huelga Militante. En este contexto, las y los asistentes de cátedra e investigación declararon en una resolución propia que no solo consideraban justificadas las demandas de las y los estudiantes, sino que las apoyaban. Con el boicot de los cursos, las y los estudiantes buscaban conseguir mejoras en la promoción de la educación y en las condiciones de estudio en general y protestar contra el control político del personal universitario, lo que resultaba incompatible con la Ley Fundamental de la República Federal Alemana.21
En invierno de 1988/89, el activismo estudiantil causó una nueva ruptura. En este momento, las y los estudiantes de toda la ciudad expresaron su descontento con las aulas llenas, las condiciones de estudio, que necesitan ser mejoradas, y la escasez de viviendas que prevalecía ya desde hacía meses. Un motivo especial de protesta estuvo dado por la prevista reestructuración interna de la universidad, que amenazaba con quitar la responsabilidad por la asignatura ‘Lateinamerikanistik’ al Instituto de Estudios Latinoamericanos. Las y los estudiantes querían impedirlo.22
El compromiso de las y los estudiantes con las necesidades y los intereses de su generación, tanto en Berlín como en América Latina, continúa hasta hoy. Las recientes acciones de solidaridad con las personas asesinadas y perseguidas en Ayotzinapa y Nicaragua, entre otros, lo demuestran con claridad.
20 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, Resolution der Vollversammlung der Studenten des Lateinamerika-Zentralinstitut, S. 1.
21 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1976-1977, Resolution der wissenschaftlichen Mitarbeiter des Lateinamerika-Instituts (10.12.1976).
22 Reeck, Helga, „,Linke Tendenz‘ ergibt sich aus der Forschung. Die Änderungen am Lateinamerikainstitut waren einer der Auslöser der Studentenproteste“, in: Der Tagesspiegel (Berlin, 28.12.1988).
En la década de 1970, los enfrentamientos políticos y las dictaduras militares en varios países de América del Sur plantearon a los miembros del Instituto de Estudios Latinoamericanos un nuevo reto. Este consistía en adoptar una posición adecuada a la situación, tanto a nivel interno como externo. Entre 1974 y 1975, los debates se convirtieron en un verdadero acto de equilibrio, ya que los miembros del Instituto consideraron que era necesario adoptar una posición clara ante los acontecimientos, especialmente en Argentina, Brasil y Chile. Así, intentaron repetidamente hacerse oír ante la universidad y el gobierno alemán para aumentar la presión sobre las personas responsables.
Al mismo tiempo, los miembros del Instituto se encontraban en una tensa encrucijada entre la solidaridad internacional, las nociones de libertad académica y las exigencias de objetividad científica. Por ejemplo, el anuncio de un curso de un profesor asistente sobre los sindicatos argentinos en el semestre de invierno de 1975/76 causó un breve revuelo. Había calificado a la actual burocracia sindical como “de derechista a fascistoide”, lo que provocó rápidamente una llamada del Departamento Jurídico de la Oficina Presidencial de la universidad. Este último había expresado su preocupación jurídica, ya que las descripciones sobre los cursos no debían tener ningún contenido ideológico.26
En los años siguientes, se mantuvo el reto de ocuparse académicamente de los acontecimientos políticos y sociales de América Latina desde Berlín o in situ en el marco de viajes de estudios y excursiones. También fue necesario buscar constantemente un equilibrio entre la distancia académica y un posicionamiento claro sobre los acontecimientos en los diferentes contextos.
Justificación del proyecto de resolución sobre la situación en Argentina y Brasil presentado al Consejo del Instituto de Estudios Latinoamericanos en octubre de 1974:„El terror de extrema derecha ha adquirido dimensiones aterradoras en Argentina en las últimas semanas. [...] [Sin embargo] — a diferencia, por ejemplo, de los escuadrones de la muerte brasileños, que son casi incontrolables para el gobierno — no parece inútil contrarrestar este terror en cierta medida mediante la publicidad internacional y la consiguiente presión sobre el gobierno argentino. En cualquier caso, el grupo de excursiones del Instituto considera que su deber es intentar al menos este medio y no quedarse de brazos cruzados como meros espectadores.“23Borrador de una resolución sobre la llamada cuestión de las refugiadas y los refugiados dirigida al Presidente de la Freie Universität Berlin a finales de 1973:
„El Consejo del Instituto del LAI pide al Presidente de la FU que proteste en los términos más enérgicos posibles ante el gobierno federal contra la demora en la adopción de medidas concretas para la entrada de refugiadas y refugiados de Chile en Alemania, que sigue exponiendo a las víctimas de la dictadura militar a las condiciones inhumanas de los campos de concentración y las cárceles chilenas.“24
El informe de una participante en un viaje de estudios en 1974 a Argentina sobre “Las oportunidades del 2º gobierno peronista en Argentina en la economía, la política y la sociedad” demuestra igualmente el abismo entre los ideales y la realidad política en la década de 1970, que también ponía a prueba a las y los estudiantes.
Extracto del informe retrospectivo de una estudiante sobre la estadía en Argentina, durante la cual un grupo de ocho estudiantes de izquierda tuvo que pasar dos días en una cárcel de Buenos Aires, esperando en vano el apoyo de la embajada alemana y de la Freie Universität Berlin:„Nos impresionó la gran ciudad de Buenos Aires [...]. Por otra parte, nos inquietó e indignó el declive de la democracia argentina, una forma de gobierno que en Alemania habíamos visto con bastante desprecio, pero también como algo natural. [...] A las tres de la madrugada, después del funeral y la manifestación de protesta por el abogado asesinado Silvio Frondizi, policías uniformados y armados con metralletas irrumpieron en nuestro pequeño hotel [...] [Después de nuestro regreso a Berlín] [...] los responsables del LAI intentaron convencernos, y nosotros callamos en consecuencia, sin hacer público lo que sucedió: ni siquiera hubo grandes debates o discusiones internas al respecto. Ya no confiábamos en nosotros mismos, éramos unos revolucionarios miserablemente fracasados que apenas habían conseguido cantar canciones en la cárcel.“25
23 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1974-1976, Vorlage für den Institutsrat, Entwurf Resolution (4.10.1974).
24 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, Beschlußvorlage für den Institutsrat.
25 Annemarie Cordes, Unveröffentlichter, autobiografischer Bericht über die Argentinien-Exkursion des Latein-Amerika-Instituts (LAI) der FU Berlin im Sommer 1974, geschrieben 2016 im Rahmen einer Schreibwerkstatt.
26 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1974-1976, Nachrichtliche Aktennotiz eines Assistenten an die Mitglieder des Institutsrats (23.6.1975).
En 1973, el golpe militar en Chile provocó una gran consternación. Debido a que varios miembros del Instituto tenían vínculos académicos y personales especialmente estrechos con aquel país, surgieron simultáneamente grandes expresiones de solidaridad con las personas perseguidas. En este contexto, se convocó una reunión extraordinaria del Consejo del Instituto para el 25 de septiembre de 1973, en el marco de la cual se debatió el borrador de una declaración.
Las y los representantes del Instituto de Estudios Latinoamericanos condenaron enérgicamente la caída de Salvador Allende en 1973 y exigieron medidas al gobierno de Bonn:
„El Consejo del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Freie Universität Berlin solicita al gobierno alemán:
que no reconozca a la Junta de los golpistas
que siga el ejemplo de otros países y no conceda ningún tipo de asistencia económica y técnica al régimen violento
que apoye a las organizaciones internacionales de derechos humanos para que intervengan en Chile contra la persecución política y la violación del derecho internacional de asilo
que conceda generosamente el derecho de asilo y apoyo material a los chilenos perseguidos políticamente por la junta militar y a los latinoamericanos amenazados de extradición.“27
Los acontecimientos de Chile provocaron una reacción inmediata no solo en el Instituto de Estudios Latinoamericanos, sino también en la Facultad de Filosofía y Ciencias Sociales. Ya en su reunión del 20 de septiembre de 1973, el Consejo de la Facultad resolvió por unanimidad condenar el terror contra la población chilena. Sin embargo, la resolución fue mucho más allá, al proponer un cambio de nombre al Instituto de Estudios Latinoamericanos.
Extracto de la resolución del Consejo de la Facultad de Filosofía y Ciencias Sociales de septiembre de 1973:„Para que los órganos de la universidad rindan un homenaje adecuado a la destacada personalidad de Salvador Allende, quien fue conducido sin escrúpulos a la muerte por fuerzas de la derecha, proponemos que el Instituto de Estudios Latinoamericanos reciba el nombre de Instituto Salvador Allende.“28
Cuatro semanas más tarde, esta propuesta figuraba en el orden del día de la reunión del Consejo del Instituto de Estudios Latinoamericanos. La idea también fue “recibida positivamente en su intención política”, pero no se llevó a cabo. Según los miembros del Instituto, se podría aspirar mejor a la realización de la “expresa intención política” propia de la labor científica, de hecho, “bajo el nombre de Instituto de Estudios Latinoamericanos“.29
Mientras que el posicionamiento público del Instituto había llegado a su límite con su posible cambio de nombre, sus miembros defendieron a los académicos perseguidos en Chile. A principios de 1974, las negociaciones con la administración de la universidad y el Canciller ya estaban en una fase avanzada. Este último consideró posible admitir a más personas desplazadas de Chile, siempre que pudieran integrarse en los proyectos de investigación basados en el Instituto de Estudios Latinoamericanos. En este contexto, también iba a incorporarse nuevo personal, sobre todo para la sociología, la economía y la enseñanza de idiomas.30
27 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, Entwurf der Stellungnahme des LAI zum Militärputsch in Chile.
28 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, Resolution des Fachbereichsrates des Fachbereichs Philosophie und Sozialwissenschaften (20.9.1973), S. 2.
29 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, Vorlage an den Institutsrat zur Beschlußfassung (19.10.1973).
30 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, Antrag an den Institutsrat (7.1.1974).
Aunque la enseñanza no era en absoluto una prioridad para los profesores fundadores, 50 años después es grato observar que el Instituto de Estudios Latinoamericanos se ha convertido en un instituto para estudiantes de todo el mundo. Sin embargo, ya en 1962 Hirsch-Weber tenía en mente que un grupo de estudiantes de América Latina y Alemania asistieran juntos a conferencias y seminarios, ya que “los problemas tratados en los cursos sobre América Latina se investigan tan poco que es necesario trabajar en una estrecha colaboración entre profesores y estudiantes."31
Pocos meses después de su fundación, el número de jóvenes estudiando en el Instituto aumentaba constantemente. Estos se inscribían en ‘Lateinamerikanistik’ o en ‘Altamerikanistik’, los dos programas de Magister ofrecidos, asistían a cursos específicos sobre América Latina como parte de sus estudios en otras facultades, o bien participaban en los cursos de idiomas. El Tagesspiegel informó que “en el semestre de invierno de 1971/72 [se pudo ofrecer] un programa de enseñanza considerablemente ampliado y mejorado en salas propias”, al que asistieron 413 participantes. Además, el número de estudiantes había “aumentado considerablemente”.32 Mientras que en el semestre de invierno de 1971/72 solo se ofrecían 25 cursos, el número de cursos ha superado regularmente los 50 desde hace ya varios semestres. Desde entonces, la intensa dedicación al estudio de América Latina no solo ha tenido lugar en las aulas en el Breitenbachplatz, sino también en las numerosas estadías que, entre otras cosas, llevaron a docentes y estudiantes a Chile para estudiar la reforma agraria ya en 1971.33
Mientras que cada vez más estudiantes comenzaban sus estudios de Magister, en el semestre de invierno de 1990/91 el número alcanzó un máximo de 1.150estudiantes en las asignaturas principales y secundarias, varios miembros del Instituto desarrollaron nuevas propuestas para la organización de la enseñanza en la década de 1980.34 En enero de 1984, el Consejo del Instituto debatió sobre la planificación de un curso de posgrado “Pedagogía del Tercer Mundo” que pretendía, entre otras cosas, ofrecer “oportunidades de estudio útiles para profesores desempleados”.35 Al igual que este proyecto piloto, una propuesta de las y los estudiantes, que fue innovadora para la época, tampoco se llevó a cabo en ese momento. En el marco de un Seminario Autónomo realizado durante el semestre de huelga de 1988/89, un pequeño grupo elaboró un modelo de reforma para una carrera de grado en estudios regionales titulada “Estudios Latinoamericanos”, la cual fue recibida ambiguamente. Las y los estudiantes diseñaron un plan de estudios estandarizado, una oferta de cursos interdisciplinaria y un semestre práctico integrado para adquirir experiencia profesional e internacional.36 Con esta idea había anticipado la reforma de Bolonia. Mientras que los programas de Magister fueron eliminados gradualmente, entraron en vigor en el semestre de invierno de 2005/06 el módulo de báchelor de 30 créditos en “Estudios Latinoamericanos” y el programa de maestría en “Estudios Latinoamericanos Interdisciplinarios” que fue reformado en 2013.
31 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 11, Hirsch-Weber an Bock (13.6.1962).
32 „Wieder Hochschullehrer am Lateinamerika-Institut“, in: Der Tagesspiegel (Berlin, 12.11.1971).
33 FU Berlin, UA, ZI LAI, Institutsrat 1970-1974, ZI 3 Lateinamerika-Institut, Jahresbericht April 1971 bis März 1972 (zu Händen des Präsidenten der Freien Universität Berlin), S. 3.
34 Zur Entwicklung der Studierendenzahlen: Lateinamerika-Institut, Tätigkeitsbericht 1989-1990, Berlin 1991, S. 7.
35 Lateinamerika-Institut, Protokoll der 246. Sitzung des Institutsrats vom 31.1.1984, S. 3.
36 Martin Ling, „Reformmodell am Lateinamerika-Institut“, in: Die Tageszeitung (Berlin, 11.1.1990).
El equilibrio de género entre quienes trabajan en el Instituto de Estudios Latinoamericanos, así como el abordaje académico de las relaciones de género, han experimentado profundos cambios en los últimos 50 años. En la década de 1960, con la excepción de una representante del Departamento de Ciencias del Senado de Berlín, los participantes en las discusiones sobre la fundación de un centro latinoamericano en Berlín eran exclusivamente hombres. Por ello, no es de extrañar que, en 1962, durante las discusiones sobre la dotación de personal del centro se planteara la creación del puesto de director administrativo, “que por cierto tendría que ser un hombre”.37
Tras la fundación del Instituto de Estudios Latinoamericanos, un pequeño grupo de profesores determinó el destino del Instituto y los debates en el Consejo del Instituto. Poco se sabe del papel de las dos profesoras que también trabajaban en el Instituto, así como de algunas secretarias. En el curso de la década de 1970, se sumaron otras académicas. En 1977, cuatro de los 14 puestos de asistentes y profesores estaban ocupados por mujeres. El nombramiento de una experta en estudios de género para una cátedra de sociología en 1980 anunció una nueva etapa. En las décadas siguientes, el número de empleadas aumentó constantemente en todas las áreas. Como resultado de una política activa de promover a las mujeres, el porcentaje de éstas tanto en el grupo de profesoras y profesores con dedicación exclusiva como entre las y los estudiantes de grado y maestría se sitúa entre el 70 y el 80 por ciento desde hace varios años.
El papel de la mujer en América Latina, así como la importancia de las relaciones de género, han sido el centro de atención de numerosas personas en el Instituto de Estudios Latinoamericanos desde hace unos 40 años. En la década de 1980, el foco estuvo principalmente en cuestiones de desarrollo y ‘subdesarrollo’, derechos humanos y acceso a los recursos. Desde entonces, el interés por la enseñanza y la investigación en estudios de género, que se llevan a cabo con éxito desde hace más de dos décadas, se ha intensificado y extendido. Desde 2005, las y los estudiantes de la maestría también pueden elegir especializarse en el estudio de las relaciones, estilos de vida y transformaciones de género, explorando a fondo los procesos, representaciones e interconexiones históricas y contemporáneas desde diferentes perspectivas disciplinarias.
37 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 10, Hirsch-Weber an Bock (13.6.1962).
A mediados de la década de 1980, el Instituto de Estudios Latinoamericanos tuvo que hacer frente a otra convulsión que puso en tela de juicio su propia identidad y determinó su futuro a largo plazo. De acuerdo con la revisión de la Ley de Educación Superior de Berlín de 1986, los institutos centrales, en los que personas de diferentes disciplinas enseñan e investigan juntas – en paralelo a su pertenencia a distintas facultades –, ya no debían existir en esta forma. Estaba en juego la continuidad del Instituto, que perdería su igualdad jurídica con las facultades y ya no podría participar en la autogestión académica. A mediados de 1988, el Senado Académico llegó a debatir una iniciativa destinada a disolver el Instituto. El Senado de Berlín, elegido a finales de la década, finalmente acabó por reestructurar la política universitaria, creando la base jurídica para la renovada igualdad entre las facultades e institutos centrales.38
No solo el marco legal influyó en el destino del Instituto en estos años. En febrero de 1985, el Senador de Ciencias de Berlín Occidental visitó el Instituto. Su intención era convocar una comisión de la cual dependieran la dotación de profesores y la mejora de las condiciones generales de enseñanza e investigación. El grupo internacional de expertos de ocho miembros, entre los que se encontraba Hirsch-Weber, visitó entonces el Instituto y presentó un informe a principios de 1986. En sus “Recomendaciones para el desarrollo de la investigación y la enseñanza sobre América Latina en la Freie Universität Berlin”, la comisión hizo referencia a las ideas que motivaron la concepción del centro latinoamericano, debatidas a principios de la década de 1960. Por ello, la crítica al Instituto de Estudios Latinoamericanos en su forma actual fue devastadora: “El Instituto no ha hecho justicia a su objetivo y tarea en su conjunto. La comisión no encontró entre el personal del LAI ni un concepto general unificador que sustente el trabajo del Instituto ni una identidad institucional que sea perceptible para el mundo exterior. La investigación y la enseñanza resultan eclécticas.”
Sin embargo, la comisión consideró que un “cierre sin sustitución” del Instituto Central sería “lamentable y erróneo”. En su lugar, propuso la refundación de una institución de investigación con más de 20 cátedras, que se llamaría “Instituto Alexander von Humboldt”.39 Sin embargo, las condiciones financieras para el mismo no estaban dadas.
La Frankfurter Rundschau informó sobre los sucesos en torno al Instituto de Estudios Latinoamericanos y tituló:„El actual experto salió del instituto enfurecido. El Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Freie Universität cayó en desgracia ante el Senado de Berlín. La comisión constata la falta de un concepto.“El periódico también publicó una declaración del entonces director del Consejo del Instituto, después de que la presentación de las “recomendaciones” de la llamada Comisión Kewenig hubiera causado preocupación entre los miembros del Instituto:
„No se tendrá el valor de cerrar este Instituto, que ha desarrollado un perfil propio y goza en parte de un gran reconocimiento en América Latina, ni el Senado y el Presidente de la FU tendrán el coraje de apoyarlo.“40
38 Lateinamerika-Institut, Tätigkeitsbericht 1989-1990, Berlin 1991, S. 4.
39 „Empfehlungen zur Weiterentwicklung von Forschung und Lehre über Lateinamerika an der Freien Universität Berlin“ vorgelegt von acht Kommissionsmitgliedern, S. 3, 17.
40 Marion Lucke, „Der heutige Gutachter verließ einst das Institut im Zorn“, in: Frankfurter Rundschau (Frankfurt am Main, 8.1.1987).
La segunda mitad de la década de 1980 representa una fase extremadamente turbulenta en la historia del Instituto. Los cambios en la legislación de la enseñanza superior, la posible reorganización del Instituto como consecuencia del informe de la comisión de expertos y la movilización de las y los estudiantes fueron características de este periodo.
En octubre de 1988, de forma totalmente inesperada, el Instituto de Estudios Latinoamericanos se vio afectado por la decisión del Consejo de Administración de la Freie Universität Berlin de retirarle la materia ‘Lateinamerikanistik’, incluida la responsabilidad de la planificación y ejecución de la enseñanza. Esta decisión suponía una amenaza para todo el Instituto, cuya continuidad estaba en juego. Las y los estudiantes reaccionaron inmediatamente e iniciaron una huelga que duró meses. Junto a compañeras y compañeros de otros institutos afectados por decisiones similares del Consejo de Administración de la universidad, ocuparon en muy poco tiempo la mayoría de los institutos de la Freie Universität Berlin y poco más tarde otras universidades de Berlín Occidental. Juntos exigieron la anulación de las decisiones y una democratización integral de las universidades. Durante más de un semestre, la enseñanza en el Instituto de Estudios Latinoamericanos estuvo paralizada. Numerosas y numerosos estudiantes se instalaron en el Instituto ocupado con sus cepillos de dientes y organizaron grupos de discusión y Seminarios Autónomos. Las resoluciones fueron pospuestas. En 1989, la política de educación superior del nuevo Senado de Berlín Occidental hizo que la situación se tranquilizara poco a poco.
Estos emocionantes meses dejaron una impresión duradera en los miembros del Instituto de Estudios Latinoamericanos, así como en la opinión pública. A finales de diciembre de 1988, el Tagesspiegel publicó un artículo sobre las protestas estudiantiles, centrándose en el papel del Instituto de Estudios Latinoamericanos. Aparentemente, no había ninguna razón objetiva para disolver el Instituto. Más bien, el artículo sugería que la decisión del Consejo de Administración se debía a una reestructuración planificada en un área de la universidad dominada por “izquierdistas”. Esta “tendencia” era “casi inevitablemente el resultado del objeto de investigación en la materia Lateinamerikanistik”, decía la prensa.41 Pero esta reputación no era la única que precedía al Instituto y a sus estudiantes. También son legendarias las numerosas fiestas, sobre todo en las décadas de 1980 y 1990; según cuentan, eran de las mejores de toda la universidad.
41 Helga Reeck, „,Linke‘ Tendenz ergibt sich aus der Forschung“, in: Der Tagesspiegel (Berlin, 28.12.1988).
A principios del nuevo milenio, el Senado de Berlín se vio obligado a aplicar amplias medidas de austeridad. Las universidades de Berlín se verían especialmente afectadas por los recortes de fondos y personal. Una vez más, el Instituto de Estudios Latinoamericanos tuvo que hacer frente a un gran cambio. Los recursos del Instituto iban a reducirse considerablemente, las cátedras amenazaban con eliminarse y ya no parecía factible ofrecer enseñanza de grado. Los miembros del Instituto consideraron los cambios anunciados como un claro recorte de la infraestructura académica, un daño inaceptable a su reputación y un peligro para las estrechas relaciones entre América Latina y Berlín, un tradicional punto de referencia. En esta crítica situación, el Instituto recibió el apoyo de personas e instituciones que abogaron por su conservación. El apoyo fue tan abrumador que en enero de 2004 los miembros del Instituto de Estudios Latinoamericanos pudieron entregar al Presidente de la Freie Universität Berlin y al Senador de Ciencias de Berlín 298 cartas de solidaridad y una lista de casi 300 firmas en contra de los recortes propuestos.
Entre diciembre de 2003 y enero de 2004, en el marco de una campaña de solidaridad, se formularon diversos argumentos – exitosos desde la perspectiva actual – para la preservación del Instituto de Estudios Latinoamericanos.42„En el marco de nuestras protestas contra estos recortes, las y los estudiantes del LAI están llevando a cabo una amplia campaña de apoyo, en la que pedimos a las académicas y los académicos, las y los intelectuales y las escritoras y los escritores que tienen una conexión con nuestro instituto y/ o con Berlín que defiendan al LAI a través de cartas de apoyo.“
„La Cátedra de Economía del LAI fue una base óptima para mi formación [...]. Desde principios de 2003, sirvo al gobierno del Presidente Lula como Secretario de Seguridad Social. Tengo muy claro que estas grandes oportunidades de participación solo son posibles gracias a los conocimientos que pude adquirir en Berlín.“
„Como investigadores e intelectuales hemos llegado a apreciar el papel del Instituto no solo como institución educativa y de investigación, sino también como lugar de encuentro para quienes nos interesamos por las relaciones entre Alemania y América Latina“
„I appeal to you to investigate whether this standard has been applied or whether there simply is a methodology that says the institution must save costs by replacing faculty of long standing and high reputation (and therefore high salaries) with those of lesser reputation and lower salaries. Such a ,coerce to the bottom‘ will in the end harm the FU more than it will help.“
42 Auszüge aus den drei Bänden „Eingegangene Unterschiften im Rahmen der Solidaritätsbriefe-Aktion für das Lateinamerika-Institut der Freien Universität Berlin (Dezember 2003 – Januar 2004)“.
Tras superar la crisis de 2004, el Instituto de Estudios Latinoamericanos pasó por una fase de reinvención. Quienes alguna vez lo acusaron de falta de cooperación entre las disciplinas y de ausencia de un proyecto común, ahora debían ser convencidos de lo contrario. En medio de un cambio generacional entre el profesorado, la tarea de los miembros, en su mayoría recién designados, era presentar en poco tiempo un concepto que pusiera en diálogo a todas las disciplinas y asegurara el futuro del Instituto en materia de investigación y enseñanza. A partir de entonces, los temas centrales fueron los debates comunes, entre otras cosas, sobre el camino de América Latina hacia una ‘modernidad diferente’ y América Latina en su interdependencia global. Al mismo tiempo, los miembros del Instituto intensificaron sus contactos, especialmente con universidades e instituciones de investigación de América Latina, con las que celebraron nuevos acuerdos y avanzaron conjuntamente en proyectos de investigación. Dentro de la Freie Universität Berlin, la cooperación con y entre las expertas y los expertos en las diferentes regiones del mundo se ha vuelto cada vez más importante. Particularmente en relación con la Iniciativa de Excelencia, el Instituto de Estudios Latinoamericanos recibió mucha atención a finales de la década de 2000 debido a los conocimientos regionales y a sus redes internacionales. También se tomaron nuevos caminos en la promoción de jóvenes investigadoras y investigadores. En 2008, el Instituto estableció el programa de doctorado interdisciplinario “Estudios latinoamericanos desde una perspectiva comparativa y transregional” bajo el paraguas de la Dahlem Research School.
En 2009, se inauguró una fase de éxito académico y nuevos comienzos en la historia del Instituto, con la inauguración del Colegio Internacional de Graduados germano-mexicano “Entre Espacios”, el primer colegio de graduados con socias y socios de América Latina en ser financiado por la Sociedad Alemana de Investigación. En el marco de este proyecto, los miembros del Colegio se han dedicado durante más de nueve años a la investigación sobre la globalización en las ciencias sociales y las humanidades y apoyaron a más de 160estudiantes de doctorado y postdoctorado en Berlín/ Potsdam y México. En 2014, se organizó el Congreso de AHILA, el mayor evento académico sobre América Latina en Alemania hasta la fecha, con más de 1.000 participantes. Poco después de la aprobación del Colegio Internacional de Graduados, las investigadoras y los investigadores ganaron otros grandes proyectos con financiamiento externo. Estos proyectos han contribuido a la consolidación del Instituto en las redes internacionales de investigación interdisciplinaria de América Latina hasta el día de hoy. Numerosos y grandes proyectos financiados por entidades terceras, como la red “desiguALdades.net”, el proyecto “MISEAL”, el programa “trAndeS”, el centro “Mecila” y el Colegio Internacional de Graduados “Temporalidades del Futuro”, iniciaron sus actividades en los edificios de la Boltzmannstraße 1 y 4, incorporados poco después al Instituto.
En 2022, el Instituto echa la vista atrás a más de 50 años de resurgimientos y transformaciones. Los tiempos turbulentos en los que la existencia del Instituto se vio amenazada y su identidad fue cuestionada ya forman parte del pasado. El Instituto ha encontrado su lugar en la universidad y en el mundo académico internacional. En el marco de diversos eventos y de las celebraciones de aniversario, los miembros del Instituto celebran lo que han logrado junto con exalumnas y exalumnos y personas que se sienten cercanas al Instituto con la mirada puesta en un futuro prometedor.
El Instituto de Estudios Latinoamericanos hoy en cifras
más de 350 estudiantes en los programas de báchelor y maestría (2020) |
10 profesoras y profesores a tiempo completo (2021) |
más de 60 empleados y empleadas en el área científica y de apoyo a la investigación (2021) |
24 doctorados supervisados en el Instituto de Estudios Latinoamericanos (2019) |
más de 100 cursos impartidos en el semestre de invierno de 2019/20 y en el semestre de verano de 2020 |
casi 30 convenios con universidades o instituciones de investigación latinoamericanas (2020) |
más de 160 publicaciones registradas (2019) |
10 proyectos en curso financiados por entidades terceras en el Instituto de Estudios Latinoamericanos con al menos tres miembros participantes del mismo (2020) |
Lidera la clasificación de la mayor captación de financiación de terceros por cabeza entre las catedráticas y los catedráticos en la Freie Universität Berlin |