Al pensar en el continente americano aparece de inmediato la imagen de la superpotencia Estados Unidos y su patio trasero latinoamericano. Se olvida con facilidad que Estados Unidos fue antiguamente el «Lejano Oeste», mientras que América Central y América del Sur se erigieron sobre civilizaciones antiguas, además de haber sido las cámaras del tesoro de España y Portugal. Stefan Rinke se ha centrado en todo el continente para escribir una historia sobre los vínculos y las líneas de conflicto entre estos espacios. Las relaciones entre ambas partes de América han marcado de un modo decisivo la historia hasta nuestros días de estos dos macroespacios. Asimismo, esta concepción se ha potenciado de una manera rápida y progresiva, especialmente desde finales del siglo XIX, acentuándose aún más la polaridad. Esta emocionante y compleja historia de alrededor de 500 años se muestra de manera clara y concisa, centrándose en los siglos XIX y XX.