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Mónica Tarducci

Conceptos trabajados por Monica Tarducci durante su carrera académica

Para Tarducci el activismo es una parte fundamental de su persona y de sus motivaciones académicas feministas. El desarrollo del feminismo en América Latina está ligado a las luchas contra la injusticia social y es por ello que ella no concibe para sí un estudio feminista desligado de un activismo y una realidad social. De este modo, su interés por avanzar en los estudios feministas es concomitante a su activismo. En 1983 acudió por primera vez a una jornada de ATEM, evento que marcaría el rumbo de sus investigaciones. En estas jornadas se discutían temas como la lucha por los derechos humanos, contra el neoliberalismo, la prostitución y la trata de mujeres, la violencia, la discriminación laboral, la anticoncepción, el aborto, los feminicidios, reflexiones sobre sexualidad, discusiones sobre legislación vigente en cuestiones de género, las distintas concepciones feministas de la política, los encuentros feministas latinoamericanos y del caribe, el movimiento amplio de mujeres, ética, estética y feminismo, etc. El activismo feminista es por tanto el motor de sus investigaciones académicas “Nuestro feminismo salió de las catacumbas con la democracia y llegó a la vida académica desde núcleos externos a ella” (Tarducci 2010a:1). Así, para ella, el activismo y la academia son inseparables; se informan uno a la otra y su trabajo como investigadora tiene fines muy prácticos: “Nuestro objetivo es comprender la opresión de las mujeres para poder ponerle fin [...]” (Tarducci 2010a: 5).

Esto se refleja estrechamente en sus trabajos. Por ejemplo, Tarducci como miembro de la Colectiva de Antropólogas Feministas es activa en el movimiento “Ni una menos”, al mismo tiempo trabaja sobre el movimiento, sus implicaciones y demandas académicas - también haciendo énfasis en la necesidad de una historización del movimiento (Tarducci/Daich 2018b). Lo mismo vemos acerca de la demanda del aborto legal, seguro y gratuito donde Tarducci historiza esta lucha y analiza, no solo iniciativas político-jurídicas sino que también visibiliza las implicaciones más fundamentales del tema: “Al plantear el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, se plantea la separación entre la concepción [...] y la maternidad [...]” (Tarducci/Daich 2012b: 9) y “[...] no es un derecho individual lo que está en discusión sino colectivo, un producto de la resistencia feminista a la opresión estructural y sistemática, a la heterosexualidad obligatoria devenida en maternidad compulsiva” (cf.: 10).

Fuentes:

Tarducci, M. con Deborah Daich 2018b. “De feminismos y violencias. Recuperar la historicidad de las luchas para enfrentar nuevos desafíos”. En Mujeres y feminismos en movimiento. Politizaciones de la vida cotidiana. Buenos Aires, Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires

Tarducci, M., and D. Daich. 2012b. Aborto legal, una deuda de la democracia. Aportes para una historia de la lucha por la despenalización y legalización del aborto en argentina. ISA Forum of Sociology.

Tarducci, M. 2010a. “La Profesora feminista como agente de transformación”. En Espinosa Miñoso (coord) Aproximaciones críticas a las prácticas teórico-políticas del feminismo latinoamericano. Buenos Aires, En la Frontera.

Con respecto a la adopción Tarducci expone: “No nos encontramos ante conceptos estáticos de carácter universal, por lo tanto: “La adopción podría ser una excelente oportunidad para aportar una visión más pluralista de la familia, pero la insistencia de los padres y madres adoptivos en ser “familia normal” alimenta la distinción”. (Tarducci 2011 a26). Otros conceptos relevantes al momento de pensar la adopción, según Tarducci, son; el parentesco, la comprensión de familia, los límites entre naturaleza y cultura, como también los estereotipos forjados alrededor de la maternidad y la mercantilización de los niños y niñas. La antropóloga también destaca un crecimiento de adopciones internacionales citando a Howell (2009) quien opina que igualmente aún hay poca atención teórica, visibilidad y poco interés hacia el tema dentro de la antropología. haciendo referencia a lo considerado “natural” Tarducci explica que: “Lo primero que se propone se basa en la premisa de que no hay “hechos”, biológicos o materiales, que tienen consecuencias sociales y significados culturales en sí mismos y acerca de los mismos. El intercambio sexual, el embarazo y el parto son hechos culturales, cuya forma, consecuencias y significados han sido construidos socialmente en cualquier sociedad, como la maternidad, la paternidad, el juicio, el gobierno o el hablar de las divinidades. Simplemente no hay “hechos” materiales que puedan ser tratados como dados pre-culturalmente” (Tarducci, 2011: 20). Por lo tanto, conservar determinadas concepciones e incluso prácticas culturales también deberían ser adaptados a medida que vayan surgiendo nuevas necesidades sociales relacionados con Derechos Humanos.

Tarducci también expone los orígenes y motivos de la adopción internacional, como la conocemos actualmente: “Los orígenes de la adopción internacional se sitúan al final de la Segunda Guerra Mundial, como una respuesta humanitaria a la gran cantidad de niños huérfanos cuyas familias habían experimentado las consecuencias de la guerra. Familias de Estados Unidos, Canadá, Australia, principalmente, adoptaban niños de Alemania, Italia y Grecia, donde existía una situación de emergencia. (Tarducci, 2011: 41)[1]. La solidaridad ante la situación de los países europeos luego fue ampliada a los demás continentes y con más propósitos, así Tarducci continúa “Pero recién a fines de los años sesenta se construye la imagen de la adopción como “solidaridad con el Tercer Mundo”. Paulatinamente fue cambiando el sentido de la adopción internacional, que pasó de estar centrada en la necesidad de dar un hogar a niños que no lo tenían, a satisfacer la demanda de las parejas de los países centrales, donde las tasas de fertilidad habían ido disminuyendo y escaseaba la posibilidad de la adopción nacional.” Así concluye (sin agotar las motivaciones e intenciones al adoptar) con los siguientes factores: “Se señalan como factores que alientan la adopción internacional los altos índices de fertilidad, la falta de niños para ser “adoptados a nivel doméstico y la no menos motivadora tendencia “humanitaria” de rescatar niños pobres y darles mejor vida. (Tarducci, 2011: 41)Tarducci cita a Dubinsky para explicar que en Occidente la adopción se está moviendo hacia una mayor apertura y al mantenimiento de lazos con la familia consanguínea y que esa tendencia a hacer cada vez más abierta a la adopción, promueve que las personas adoptadas conozcan su origen, sin embargo: “La cuestión de la búsqueda de sus familias de origen por las personas adoptadas provoca una intensa polémica porque, en primer lugar, entran en colisión el derecho a conocer la identidad con el derecho de las mujeres que dieron sus hijos en adopción, que tal vez no deseen el encuentro. En segundo lugar, se discute la presión social que empuja ese encuentro, que acentúa la importancia de los lazos biológicos” (Tarducci, 2011: 29). 

Fuentes:

Tarducci, M. 2011a. “La adopción: Una aproximación desde la antropología del parentesco”Primera edición. Feminismo y sociedad 6. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Librería de Mujeres Editoras, pp 26-43.

Tarducci se define como antropóloga feminista y entiende el adjetivo feminista en su acepción más política. Por un lado, esto significa que hace transparente su posición en su docencia e investigación, en la medida en que explícitamente trata de “de superar la tensión entre la militancia anti-intelectual y el academicismo sin conexión con la vida” (Tarducci 2010a: 3) y que, además, traslada sus experiencias del contexto activista a su labor como investigadora. Por otro lado, este posicionamiento se refleja en su obra, entre otras cosas, en el modo en que ella revela y analiza categorizaciones (antropológicas) como producto de construcciones sociales. Por ejemplo, en la materia de adopción y parentesco desde un punto de vista feminista-antropológico, no solo cuestiona la “familia normativa”, sino también cuestiona el supuesto de la “naturaleza” de las relaciones de parentesco - y, por ende, el concepto como tal (ver Tarducci 2013a). En otros trabajos, como por ejemplo, en su texto "Abusos, mentiras y videos. A propósito de la niña wichi" (Tarducci 2013b), trata problemas fundamentales de la antropología a partir de un caso (legal) determinado, donde se tematiza el entrelazamiento de preceptos (hetero-)sexistas con el racismo (histórico) y el relativismo cultural. De este ejemplo destaca que no es un caso “más” de un enfrentamiento entre el relativismo cultural y los derechos humanos, sino que más bien muestra que la discusión entre lxs mismxs antropologxs cambia cuando se trata de una cuestión de violación de niñas y mujeres en “el ámbito privado” (Tarducci 2013b: 226 y 227).

Fuentes:

Mónica Tarducci. 2013a. “Adoptación y parentesco desde la antropología feminista”. La Ventana. Revista de Estudios de Género, IV(37):106–45. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=88428978006.

Tarducci, M. 2013b. “Abusos, mentiras y videos. A propósito de la niña wichí”. Debate Feminista 48:219–31. http://www.jstor.org/stable/43832188.

Tarducci, M. 2010a. “La Profesora feminista como agente de transformación”. En Espinosa Miñoso (coord) Aproximaciones críticas a las prácticas teórico-políticas del feminismo latinoamericano. Buenos Aires, En la Frontera.

Uno de los principales temas de investigación de Tarducci sobre los cuales ella encuentra que no se ha investigado lo suficiente son los estudios de la religión desde una perspectiva feminista. Respecto a estos estudios muestra la dificultad de encontrar investigadoras en este tema que no muestren sus creencias pues, “Pareciera que ser feminista y preocuparte por la religión significa que se deba pertenecer a algún credo” (2001a:101).

Dentro de estos estudios ha investigado sobre el papel de la Iglesia Católica en Argentina en relación con temas feministas como el aborto y los métodos anticonceptivos, la decidida intervención de la Iglesia Católica en los Encuentros Nacionales de Mujeres y el papel del liderazgo de las pastoras pentecostales.

En sus investigaciones sobre la Iglesia Católica en América Latina Tarducci ve cómo ésta, bajo su discurso antiimperialista y en favor de los pobres, retroalimenta, paradójicamente, la pobreza con sus reivindicaciones en contra de los anticonceptivos, pues muchas veces son las mujeres pobres y abrumadas por dificultades y la desesperanza las que siguen más fehacientemente los dictámenes religiosos. Esto es problemático porque en Argentina las políticas públicas en torno a la mujer que se intentan adaptar a los marcos internacionales pasan casi siempre por el tamiz de la Iglesia.

Aquí es importante recalcar la importancia de la perspectiva feminista en los estudios de la religión en torno al cuerpo ya que muchas experiencias corporales son expresadas por la religión: los sentidos son reorientados y las percepciones del cuerpo son corregidas. El cuerpo es un fenómeno peligroso para las religiones pues se advierte sobre la relación dualista que promueve la descorporeidad sobre todo del cuerpo femenino.

Tras estudiar la religión desde un punto de vista (antropológico) feminista, ejemplifica también como instituciones de la sociedad - en este caso la iglesia y la religión como agentes de socialización – reproducen relaciones desiguales de género (Tarducci 2016a: 8 y 9).

Fuentes:

Tarducci, M. con Marcelo Zelarallán 2016a. “Nuevas historias: géneros, convenciones e instituciones” (nueva versión). En: Cecilia Merchán y Nadia Fink (comps) Ni una menos desde los primeros años. Buenos Aires, Las Juanas-Chirimbote.

Tarducci, M. 2001a. “Estudios feministas de religión: una mirada muy parcial”. Cadernos Pagu(16):97–114. Universidad de Campinas. 

Tarducci reconoce el concepto del cuerpo como central del feminismo y su historia. Por un lado, la autonomía sobre el cuerpo femenino es una de las principales reivindicaciones del feminismo, por otro lado, las feministas usan sus cuerpos expuestos como forma de protesta, su “cuerpo es el mensaje” (cf. Tarducci 2017a: 17-18). Usar el cuerpo como medida de protesta también significa romper con normas: “Cuando una protesta es expresada a través del cuerpo, especialmente del cuerpo de las mujeres, produce mayor impacto, la mayoría de las veces negativo, porque hay algo del orden de lo “normal” que se ve interrumpido” (ibíd. 18).

Siguiendo la teoría de John Berger, Mónica Tarducci distingue entre desnudez, es decir, cuando se presenta el cuerpo desnudo o sin ropa, y el desnudo: “el desnudo toma al cuerpo como un objeto de mirada y representación” (ibíd. 18). Las maneras en las que ambas acepciones son entendidas pueden ser muy diferentes. Por una parte, juega un papel importante quién expone su cuerpo y de qué manera, y, además, quién lo observa. Por otra parte, esta conceptualización depende “de la relación entre capitalismo, patriarcado, racismo y otros sistemas de opresión” (ibíd. 19), como afirma Tarducci citando a O’Keefe (2014).

Un aspecto dentro del concepto del cuerpo que estudia Tarducci, es la violencia. Los feminismos de los años 80 en Argentina se ocupaban de este tema de formas diferentes. Por ejemplo, discutían sobre el tema “violencia en la vida doméstica” en la Jornada Nacional sobre Mujer y Familia en 1982 y crearon en el mismo año el “Centro de ayuda a mujeres víctimas de violencia dentro y fuera del ambiente familiar, sin distinción de ninguna clase” (Daich y Tarducci 2018b: 85). Después de la muerte de una mujer atacada la cual huyó de su violador desde el cuarto piso, un grupo de feministas formaron el Tribunal de Violencia (cf. ibíd.:85-86). Las integrantes ayudaron prácticamente a mujeres afectadas acompañándolas a las comisarías para realizar denuncias, “ya sea denuncias tanto de violaciones como de maltrato fuera y dentro del hogar” (ibíd.: 86). En utilizar el término de “feminicidio” (cf. ibíd.) identificaron una continuidad de formas de violencia hacia mujeres que termina en asesinar mujeres a causa de su género.

La autora aboga por buscar las causas y relaciones de violencia en vez de analizarlo de forma aislada:

“Si no atendemos a los derechos sociales, económicos y culturales en su totalidad, no estamos atendiendo tampoco al problema de la violencia. Es decir, las desigualdades estructurales de género son las que posibilitan la violencia contra las mujeres y los colectivos de la diversidad sexual, por lo que poco podemos hacer para combatir esta violencia si no podemos garantizar los derechos básicos” (ibíd.: 95).

Con la Colectiva de Antropólogas Feministas, Tarducci participa ya en los inicios de #NiUnaMenos en 2015, que visibilizaron otra vez la temática de violencia contra mujeres y feminicidios (cf. ibíd.: 77).  Por un lado, la nueva movilización logró una masividad porque al lado de feminicidios NiUnaMenos tematiza otros temas feministas (cf. ibíd.: 79). Por otro lado, Tarducci crítica “que no se situaba como una continuidad de luchas feministas anteriores” (ibíd.: 84).

Fuentes:

Tarducci, M. con Deborah Daich 2018b. “De feminismos y violencias. Recuperar la historicidad de las luchas para enfrentar nuevos desafíos”. En Mujeres y feminismos en movimiento. Politizaciones de la vida cotidiana. Buenos Aires, Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.

Tarducci, M. 2017a. “"Poner el cuerpo" en las calles: los enfrentamientos de las activistas feministas y los grupos anti-derechos”. Cadernos Pagu (50).

Las luchas feministas por derechos reproductivos en la Argentina se destacan respecto a las demandas por el aborto. La manera de articulación de estas demandas ha cambiado desde los años ’70, son más concretas y se han extendido hacia  otros campos como, por ejemplo, la educación. A su vez, han visibilizado con ello las estructuras patriarcales y de desigualdad. Tarducci analiza el desarrollo de la reivindicación por los derechos reproductivos en el contexto de la historia social y política, pero también tiene en cuenta aspectos jurídicos relacionados al tema, como el acceso a anticonceptivos y la controversia sobre aborto. 

El punto de partida de la discusión sobre aborto se encuentra dentro de la llamada segunda ola feminista norteamericana y europea de los años 60 y 70 con sus teorías y prácticas y sobre todo con el lema “lo personal es político” (cf. Tarducci y Daich 2018e: 13 y 14). Mediante la demanda “Aborto legal y gratuito” se entendía “el reclamo por el derecho a decidir sobre el propio cuerpo y a vivir una sexualidad libre” (ibíd. 14), pero también el intercambio de experiencias en grupos de autoconocimiento o de concienciación (ibíd. 15). Ya en la democracia el aborto era una de las reivindicaciones más importantes que ocupaban las demandas del 8 de marzo de 1984 (ibíd. 17). Las mujeres militantes aclararon en este día que hay una conexión directa entre las muertes de mujeres que abortan clandestinamente y la penalización y la obstaculización al acceso a anticonceptivos. Esto es una evidencia de cómo las mujeres no podían decidir ni sobre sus cuerpos ni sobre su sexualidad y sus planes para su vida futura. En los años de 80 el aborto también era tematizado en los Encuentros Nacionales de Mujeres, las Jornadas de ATEM donde se fundó la comisión por el Derecho al Aborto (cf. ibíd. 19). Diez años después se fue remplazando la idea del derecho al abortopor la de derechos reproductivos donde se quiso, además, distinguir entre la despenalización y la legalización del aborto, señalando que la primera no aseguraba que toda mujer pudiera tener un aborto en unas condiciones seguras. Con la consiga “Anticonceptivos para no Abortar, Aborto legal para no Morir” (ibíd. 20) expresaban estas demandas.

Fuentes:

Tarducci, M. 2018e. (Con Deborah Daich). “Antropólogas feministas por el Derecho a Decidir. Aportes para una historia de la lucha por la despenalización y legalización del aborto en Argentina”. En Publicar Año XVI, N° XXIV.

Por su gran tarea activista el feminismo para Tarducci está ligado a demandas para una mayor justicia social. Entre estas demandas se encuentran el reconocimiento de la historicidad de las luchas, las agendas urgentes relativas al feminismo, las alianzas y las políticas públicas (poner fin a las leyes que reprimen el acceso a los anticonceptivos, la obtención de mínimos derechos democráticos como el divorcio vincular y la patria potestad compartida). Según Tarducci es por eso que la reflexión sobre la agencia en la teoría feminista, forma parte de la tendencia en las ciencias sociales, muy influyente en los últimos años, de dar importancia a los juegos complicados de poder y resistencia con que se describe a la acción humana. Este poder y resistencia marcan una relación entre la subjetividad y la estructura social (Tarducci 2004a). No obstante, aunque en la década de los 80 el feminismo conversabadirectamente con los Derecho Humanos, con los partidos políticos y con el Estado no se dejaron de lado las reivindicaciones en torno a la sexualidad y el derecho al placer.

Por otra parte, conceptualmente el feminismo ha brindado herramientas para pensar las relaciones entre varones y mujeres y para interpretar la violencia contra las mujeres y además para la ampliación de derechos (Tarducci / Daich 2018b: 82).

Fuentes:

Tarducci, M. con Deborah Daich 2018b. “De feminismos y violencias. Recuperar la historicidad de las luchas para enfrentar nuevos desafíos”. En Mujeres y feminismos en movimiento. Politizaciones de la vida cotidiana. Buenos Aires, Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.

Tarducci, M. con Bárbara Tagliaferro. 2004a. “Iglesia católica: Argentina, ni diversa ni laica”. En Política y Cultura (21):191–200. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=26702114.

Para Tarducci, el feminismo en Argentina no se puede entender sin analizar lo que conllevó para éste la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983), pues se tuvieron que cambiar las estrategias para adaptarse a la censura y prohibiciones de este periodo lo que significó un receso en las organizaciones feministas y una vuelta al tradicionalismo donde la mujer desaparece bajo la categoría de familia. No obstante, durante esta época surgieron formaciones como la Agrupación de Mujeres Argentinas (AMA), la Unión de Mujeres Socialistas (UMS), el Centro de Estudios de la Mujer (CEM) y la Organización Feminista Argentina (OFA, creada por la ex presidenta del MLF-Movimiento de Liberación Femenina-). Otro aspecto del feminismo determinado por la dictadura son las mujeres que vuelven tras exiliarse. Durante este exilio muchas mujeres que no eran antes feministas se encuentran con el feminismo a través de discutir acerca de los aspectos cotidianos del exilio y descubrir, a un nivel más extenso, las injusticias que sufren no solo por estar exiliadas, sino por ser mujeres (Tarducci, 2021). De este modo, reflexionan sobre el feminismo para llegar a ampliar los límites de lo llamado político y a su regreso a Argentina militarán activamente en el movimiento.

Durante el proceso de democratización que deviene a la dictadura se retoman temas como la sexualidad, el aborto, el acceso a anticonceptivos, el divorcio y la patria potestad compartida que habían desaparecido durante la dictadura (Tarducci, 2012c) y es así que aparecen numerosas revistas (Prensa de Mujeres , Brujas, Feminaria, Alternativa Feminista, Alfonsina, Mujeres en Movimiento), programas de radio, espacios (Lugar de Mujer, Librería de Mujeres) y nuevas organizaciones (ATEM- Asociación de Trabajo y Estudios de la Mujer-, Mujeres en Movimiento, Multisectorial de la Mujer, GAL- Grupo Autogestivo de Lesbianas, Indeso Mujer) que tratan temas completamente feministas y que focalizan las preocupaciones y los problemas de las mujeres. En estos años el movimiento feminista estaba vinculado al movimiento por los derechos humanos a causa de las injusticias y crímenes ocurridos durante la dictadura (Tarducci, 2019d : 97) y es por eso que, a agrupaciones feministas como ATEM -creada en 1982 y a la cual perteneció Tarducci-, se le adhieren movimientos como el de las Madres de Plaza de Mayo el cual luchaba por encontrar a los desaparecidos y los niños secuestrados y criticaba las leyes de autoamnistía que los mismos militares de la dictadura había dictado para no responder ante la justicia (Tarducci, 2019d). Estas organizaciones y sus encuentros plantean el marco de acción del movimiento feminista argentino, ejemplo de ello es la Comisión por el Derecho al Aborto creada a raíz de los encuentros anuales de ATEM.

Fuentes:

Tarducci, M. 2021. “El feminismo para mí fue reencontrar la política’. El exilio, un espacio para pensarse como mujeres” En Zona Franca. Revista del Centro de estudios interdisciplinario sobre las Mujeres, y de la Maestría poder y sociedad desde la problemática de Género, Nº29, pp. 168-217

Tarducci, M. 2019d. Con Catalina Trebisacce y Karin Grammatico. Cuando el feminismo era mala palabra. Algunas experiencias del feminismo porteño. Buenos Aires, Espacio Editorial.

Tarducci, M. 2012c. “El feminismo de los primeros años de la democracia”. Brujas 38.

Monica Tarducci realiza un compilado de textos en el libro:  Feminismo, lesbianismo y maternidad en Argentina. En este la antropóloga Claudia Cernadas Fonsalías escribe en referencia a la maternidad: “El cuidado de la salud es concebido socialmente como una tarea que “naturalmente” realizan las mujeres y sobre todo las madres. Esta discriminación de género les resta a las mujeres garantías para su pleno desarrollo y pretende constreñir su identidad a la maternidad. Además, este no es el único tipo de discriminación que padecen las mujeres en el ámbito de salud, sino que se le suma en muchos casos situaciones de discriminación por su condición de ser pobres, migrantes o jóvenes, entre otras” (Tarducci, 2014 : 116). Tarducci explica que tanto los conceptos como las prácticas sociales forman parte del campo de la cultura y no de lo natural, de aquí viene la importancia de diferenciar entre hechos considerados socialmente algo natural como en el caso de la maternidad. Las dificultades por las que atraviesan las mujeres que son consideradas guardianas de la salud y bienestar de su grupo familiar fueron invisibilizadas por muchos años. Las mujeres se ven atravesadas en sus propios cuerpos tantos en las luchas, cuando se exponen en las calles, como en la maternidad, siendo las principales responsables y finalmente en el aborto, cuando poder tener el derecho a decidir también pasa a ser una estigmatización. 

Fuentes:

Tarducci, M., ed. 2014a. “Feminismo, lesbianismo y maternidad en Argentina”Buenos Aires, Librería de Mujeres Editoras.

Según Tarducci, la teoría y los estudios empíricos del parentesco constituyeron un punto principal en la “reconstrucción feminista”. Al analizar la noción de ‘parentesco’ y sus efectos derivados y entenderlos desde las perspectivas históricas-sociales, culturales y políticos, visibiliza y crítica y, en definitiva deconstruye, no sólo la visión generalizada de la familia normativa, sino también de los roles de género. Así, Tarducci investiga la categoría de ‘parentesco’ y sus consecuencias fácticas, y cuestiona tanto la categoría misma como su utilidad como instrumento de análisis fuera del contexto “occidental”: “Habiendo rechazado la noción de que hay dominios obvios, universales de las relaciones sociales, tales como un dominio doméstico y uno público, uno del parentesco y uno político, debemos averiguar qué procesos simbólicos y sociales hacen que estos dominios aparezcan como autoevidentes y, quizás, hasta como campos “naturales” de la actividad en cualquier sociedad” (Tarducci 2013a:116). Al igual que los roles y relaciones de género, Tarducci ve cualquier relación de parentesco como socialmente construida a través de un proceso de interacción continua. Con todo esto, se evidencia la falacia que supone la idea tradicional del parentesco como algo inherente a la ‘naturaleza’ y por lo tanto inmutable.

Fuentes:

Mónica Tarducci. 2013a. “Adoptación y parentesco desde la antropología feminista”. La Ventana. Revista de Estudios de Género, IV(37):106–45. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=88428978006.

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