Springe direkt zu Inhalt

Derechos

La petición y búsqueda de derechos es un aspecto central de la recuperación democrática. La autora se refiere a la petición o búsqueda de derechos como eje central de los movimientos sociales y de los soberanía individual, en los que se incluyen los derechos a las diferencias en materia de sexualidades. El punto central es que el sujeto pueda proveerse de una identidad sexual:

“El sistema sexo-género es de una extraordinaria crucialidad y lo sabemos las feministas, porque sin ir más lejos, que hayamos nacido mujeres, que el lenguaje nos indique como mujeres, ha significado a lo largo de los tiempos, una enorme asimetría en las identidades y en los derechos.” (en: Intervención de Dora Barrancos. Sexto Desayuno: Identidad e Identidades. Buenos Aires, Instituto Hannah Arendt, 18 de noviembre del 2004).

Aquí se enlaza la cuestión de los derechos con el concepto de identidad. Para Barrancos:

“[…] la identidad es un derecho; la identidad da derechos. En un estado de ciudadanía plena. Identidades desmarcadas deberían tener iguales derechos –me refiero al sistema sexo-género– que las personas que estamos identificadas como masculinas o femeninas. Parece mentira que no tengamos resuelto el tema legal, jurídico, de las instituciones del estado […]. Es muy violento, y sólo por una especie de naturalización de las cosas nos convencemos. Y desde luego, como para una gran cantidad de gente los marcos normativos han significado profundas colisiones con sus verdaderos deseos, con sus orientaciones de sexualidad, entonces parece que naturalizamos ese cuadro identitario que no debería ser naturalizado.” (en: Intervención de Dora Barrancos. Sexto Desayuno: Identidad e Identidades. Buenos Aires, Instituto Hannah Arendt, 18 de noviembre del 2004).

La identidad, por lo tanto, es una construcción socio-cultural que está en permanente negociación. En esta dirección, la agencia de los sujetos que están muy marcados por la diferencia sexual ha posibilitado tanto la construcción de múltiples identidades sexuales, como la lucha por la búsqueda de derechos para otras identidades sexuales. Esta acción de sujetos asociada a la búsqueda de derechos sexuales y del cuerpo, que ha establecido en la sociedad Argentina, recientemente, esta rama nueva de “derechos personalísimos” se expande también a “ley de unión civil”. La ciudad de Buenos Aires en el año 2003, sancionó una “ley de unión civil”, que permite que personas del mismo sexo tengan un pacto en relación, un pacto de unión. Esto permite resolver cuestiones que tienen que ver con la seguridad, la asistencia, los modos de accesibilidad a la atención, a través de este tema de obras sociales. La comunidad gay ha tomado esto, dice Barrancos, como un preanuncio de los cambios que pueden venir en la Argentina en relación justamente al matrimonio. Pero Barrancos expresa que hay mucho por hacer en esta materia de modificar el código civil argentino para que a las personas que asumen diversidad sexual en orden a travestismos, transexualidades, transformaciones de la sexualidad, les sean reconocidos sus derechos.

Para Barrancos existe otro ajuste de cuentas en la búsqueda de derechos fundamentales en la sociedad argentina. Esta sociedad tiene absolutamente penalizado el aborto. Para Barrancos han coincidido en la búsqueda del derecho a acceder al aborto, tanto movimientos de mujeres feministas como de no feministas. En Latinoamérica la situación es pavorosa, dice Barrancos, pues existe un gran número de muertes de mujeres en la Argentina, de clases populares, que no pueden acceder al aborto porque es ilegal y que no pueden pagar como lo hacen las mujeres de las clases medias. Hay cifras brutales de víctimas del aborto ilegal. Este resultado ha hecho visible esta rémora en materia de derechos al cuerpo que existe en la sociedad argentina. En la actualidad, el ministro de salud pública parece no oponerse a la legalización del aborto, pero esto le ha traído una serie de problemas con los sectores más jerarquizados de la iglesia.

Para la autora se da actualmente un ajuste de cuentas pendiente en materia de derechos ciudadanos: El paso notable de establecer los derechos del propio cuerpo, de despenalizar el aborto, el paso notable de permitir el matrimonio de personas de igual sexo, el paso notable de la reforma del código civil, dice Barrancos en la entrevista: “no solamente para auspiciar mayores derechos a las mujeres, sino para auspiciar derechos a las construcciones performativas que las personas hagan y que efectivamente nuestras normas sancionen como corresponde su derecho a esas nuevas transformaciones de vida”.