Movimientos de mujeres
En la entrevista se hace referencia a los diversos tipos de movimientos sociales y de movimientos de mujeres. Para Barrancos, los movimientos de mujeres no son necesariamente movimientos feministas. Sin embargo, ambos se corresponden muchas veces en cuanto a los atributos de género, es decir, en hacer visibles la voz y el lugar de las mujeres. Cuando se refiere a los movimientos en general, por ejemplo, al movimiento de los derechos humanos o a los movimientos de luchas por la impunidad, la autora señala que puede existir en momentos determinados una inclusión de las luchas de género en sus causas de mujeres, a pesar de contar con agendas específicas en cuestiones no relacionadas directamente a los asuntos de las mujeres.
En el período de transición entre la dictadura y la democracia, a finales de los años 1970 y comienzos de los años 1980, en países como la Argentina surgen nuevos movimientos sociales que formularon derechos de diverso tipo. En la Argentina, con la recuperación democrática, advienen, además del movimiento por la justicia, por la memoria, por la clausura de impunidad, grupos como los de las Madres de la Plaza de Mayo o las Abuelas de la Plaza de Mayo, que no se autodenominaron feministas, pero que colocaron a las mujeres en la arena pública en una condición excepcional.
Otro movimiento de mujeres en la Argentina que junta y separa aguas dentro del feminismo, como dice Barrancos, es el del feminismo maternalista o el maternalismo feminista. Este movimiento que se apoya en el rol de madre de las mujeres contribuye a crear la base, según la tesis de Barrancos, del Estado de bienestar social, en la medida en que las mujeres exigen derechos de hijos e hijas y de asistencia a la familia, a través de la asignación familiar y del reconocimiento de un salario plus para cada niño.
Otra parte del movimiento de mujeres tiene que ver directamente con los movimientos de las minorías sexuales (movimientos gays, lésbicos, movimiento de las travestis, transexuales), que exigen sobre todo la soberanía del cuerpo y el derecho del ejercicio libre de la sexualidad, y la no discriminación por sexualidad. Otro tipo de movimientos de mujeres se ha constituido como parte de los movimientos contra la impunidad, por la violación y asesinato de mujeres jóvenes (el caso del feminicidio en Ciudad Juárez).
Para Barrancos los movimientos de mujeres feministas y los movimientos de las minorías sexuales, que han surgido con mayor fuerza a partir de los años 1990, son los que ponen en evidencia de una forma más clara los atributos de género. En el caso de la Argentina, el hecho de que exista una petición tardía de los derechos del cuerpo tuvo que ver para la autora, con el hecho de que la construcción de la modernización durante el siglo XX, no implicó la construcción de una modernidad subjetiva. La modernización no pudo transformar aspectos de la sociedad patriarcal argentina. La idea de una soberanía del cuerpo, es una construcción reciente, dice Barrancos, y tiene que ver con la soberanía más fundamental que es la de tener un derecho sobre el propio cuerpo.