Soberanía del cuerpo
Para Barrancos el primer reto de la soberanía, es el de la "soberanía sobre el cuerpo", sobre la propia subjetividad. La soberanía en la arena política tiene una dimensión más pequeña frente a la soberanía del cuerpo. La idea de una soberanía del cuerpo para Barrancos es una construcción reciente que ha cobrado mucha fuerza desde los años noventa. Dentro de esta idea de la soberanía del cuerpo, se sitúa la búsqueda de derechos por parte de las minorías sexuales.
Para la autora es un hecho ominoso que las personas no puedan tener las identidades que se han forjado y que no puedan tener soberanía sobre sus cuerpos. Esto significa según la autora, seguir en una rémora brutal de un pasado que debe ser transformado. Barrancos sugiere que si se quiere ser fiel al propio dictado liberal se tiene que aceptar que no hay soberanía mayor que la soberanía del propio cuerpo.