Fragmento
Las novelas de Margo Glantz se componen de diferentes fragmentos entrelazados, que juntos forman la narración de la autora. Los fragmentos que caracterizan los textos se encuentran en dos niveles: en las rupturas y dispersiones de la linealidad del texto y en las partes del cuerpo humano a través del cual narra el texto.
En la lectura de las novelas, los fragmentos del primer nivel saltan a la vista del lector porque hay muchas rupturas dentro de la narración, se interrumpen los pensamientos y se entra en una nueva narración con frecuencia. Es esa estrategia, la que le facilita a la autora expresar simultaneidad de sucesos dentro del texto. Glantz subraya en la entrevista la necesidad de esa estrategia, ya que en la práctica de la escritura no existe simultaneidad, sino una sucesión: una frase sigue linealmente la otra. Sin embargo, las fisuras y la no-linealidad no representan un proceso de desintegración. Con esta técnica la autora aplica un orden que reúne los fragmentos: “La proliferación mental mía se puede reducir y ordenar mediante - por un lado - el fragmento, y por otro lado un fragmento que se inscribe dentro de una obsesión, digamos, para darle un ordenamiento” (Glantz: entrevista).
En el segundo nivel están las partes del cuerpo humano a través de los cuales la autora arma su narración. Fragmentando el cuerpo en partes, Glantz logra identificar y expresar las funciones centrales que este tiene dentro de la narración, pero también en el contexto histórico, lo cual se refleja en la relectura y reinterpretación de la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz y del papel histórico-social de la Malinche.