Aislamiento social
El concepto de "aislamiento social" planteado por Jelin en la entrevista, se relaciona directamente con las políticas de exclusión de las sociedades patriarcales, que conducen a los individuos subordinados, entre ellos las mujeres, a un apartamiento social y a no poder reclamar sus derechos, ni denunciar las injusticias. El aislamiento es importante, dice Jelin, porque a través de él se pueden comprender los mecanismos de naturalización del sometimiento.
Desde que el pensamiento feminista cuestionó las fronteras entre lo privado y lo público se produjo una transformación de lo político como un campo de accionar propio de todos los ámbitos sociales. Se criticó el asignarle a la mujer de forma esencialista el rol reproductivo y el ámbito de lo doméstico como su ámbito propio. El contacto social o la participación contribuye a superar la separación entre lo público y lo privado, y esta superación es crucial para la construcción de la ciudadanía, porque la ciudadanía, dice la autora, implica sobre todo, adquirir la conciencia del derecho y la posibilidad de ejercerlo.
Salir de una domesticidad, entendida como un espacio aislado y dominado por la sociedad patriarcal, permite la visualización de otras maneras de convivir para las mujeres en sus roles reproductivos y familiares. Jelin menciona como ejemplo de aislamiento social el hecho de la violencia doméstica. Este tipo de violencia representa uno de los casos más difíciles de tratar dentro del debate de lo público y lo privado.
Al existir organizaciones y movimientos que condenan el abuso de violencia familiar en las comunidades, las personas que han sufrido por esta causa y que viven un aislamiento, se sentirán con un respaldo mayor de poder establecer una denuncia. Si esto no sucede, es decir, si no existe el respaldo social, las denuncias no llegan a realizarse. En este momento de silencio, de aislamiento social, se estaría impidiendo la constitución del sujeto político.